¿Qué tipos de divorcios existen en España? ¿Cómo se desarrolla cada uno de ellos y cuáles son los tiempos? ¿Y sus ventajas e inconvenientes? ¿Cuáles son los principales asuntos que generan conflicto y enquistan la negociación de una ruptura?
Hoy compartimos un interesante e ilustrativo artículo publicado en Idealista News en el que se analizan los tipos de divorcio en España, un texto en el que se analiza en detalle cuál es la normativa al respecto y cuáles son las opciones a disposición de las parejas casadas que se planteen poner fin a este tipo de unión y, con ello, adoptar toda una serie de medidas que regirán la vida por separado en adelante.
Tal y como explicamos en una publicación en Instagram compartida por Idealista News, cuestiones como el uso de la vivienda habitual o su posible venta suelen dar lugar a problemas y diferencias. Otros asuntos especialmente polémicos son los relativos a la guarda y custodia de hijos menores de edad, así como la pensión de alimentos o posible pensión compensatoria, entre otros.
Compartimos un extracto de este artículo y agradecemos a este medio su mención e interés por este asunto tan relevante para miles de españoles en proceso de ruptura y/o reestructuración familiar.
El tipo de divorcio más económico y rápido es, sin duda, el divorcio de mutuo acuerdo: al existir un convenio regulador ya redactado, no será necesario discutir en sede judicial acerca de las medidas que deberán adoptarse. Esto supone un importante ahorro de tiempo, especialmente teniendo en cuenta la falta de agilidad estructural de la Justicia.
Si te preguntas cuánto tarda un divorcio, tal y como explica el despacho Kernel Legal, «si hay acuerdo, puede resolverse en unos meses pero, «si hay conflicto, puede alargarse más de un año.» Estos conflictos giran muchas veces en torno a bienes inmuebles: «Asuntos como el uso de la vivienda habitual o su posible venta son causa frecuente de problemas».
El artículo también recuerda la principal diferencia entre separación y divorcio: «Mientras que en el segundo caso el matrimonio se disuelve y las partes pueden volver a casarse por separado si así lo desean, en la separación el vínculo del matrimonio sigue intacto, y lo que se acuerda es una serie de medidas para regular la convivencia por separado.»
Así, es posible separarse legalmente y permanecer casados toda la vida, algo relativamente frecuente cuando las partes no tienen intención de volver a casarse con otras personas y no desean romper su vínculo familiar por completo, especialmente cuando hay hijos en común. Otra posibilidad es pasar separados legalmente un tiempo hasta dar el paso definitivo y divorciarse. En cualquier caso, si la voluntad es poner fin al matrimonio y a todos sus efectos, es necesario pasar por un divorcio para conseguirlo.
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